Oliver Hirschbiegel se encargó de dirigir esta película alemana en 2004 títulada originalmente "Der Untergang" y conocida en España como "El hundimiento" así como en latinoamérica fue titulada "La caída" y que está basada en la obra del mismo nombre original del historiador Joachim Fest y que contiene partes de las memorias de Adolf Hitler.
En Abril de 1945, en la capital alemana de Berlín, el ejército ruso avanza para hacerse con el control de la capital mientras el ejército nazi hace intentos desesperados por defender su ciudad.
Mientras todo esto transcurre, en el búnker de la Cancillería y con la incredulidad por la derrota del ejército del Führer, este intenta tramar planes completamente incoherentes ante la invasión del ejército soviético. Son los últimos días de Adolf Hitler.



A pesar de no ser la mejor película bélica basada en hechos reales que haya tenido la ocasión de ver, es sin duda uno de los títulos que mejor adaptación tiene, pues describe casi todo con buena letra y las escenografías están logradas.
Con toques de la película de Rossellini "Alemania, año cero" (1947), Oliver Hirschbiegel nos sumerge en una película que nos enseña como fueron los días de Hitler en aquel búnquer que mandó construir llamado búnker de la Cancillería por estar en los jardines del mismo nombre.
La película nos ofrece un guión bien planteado sin ser sorprendente para aquellos que ya hayan leído los dos libros que adapta la película, el citado de Joachim Fest y otro de la propia Traudl Junge, secretaria de Hitler, que sin duda recomiendo para aquellos a los que les guste leer sobre hechos históricos. Pero que por otro lado, no dejan de ser en rasgos generales temas que ya sabemos la mayoría de nosotros de haberlo escuchado en diferentes sitios, de haberlo leido, incluso de haber visto en alguna película o documental.
Uno de los platos fuertes aparte del desarrollo y la forma de sumergirnos en la película, es la gran actuación de la plantilla, en especial de Bruno Ganz, que hace su papel de Führer de una manera soberbia, un personaje llamativo que se encuentra en la más pura locura y que también hace su papel como algo dramático tanto en los gestos como en la forma de actuar.

Alguna vez se puede hacer pesada a lo largo de sus 156 minutos en versión normal y casi 3 horas en la versión extendida en donde te puedes aburrir algo pero que enseguida retomará de nuevo su línea uniforme pero entretenida y que por otro lado no hay ni un momento en el que lo cómico aparezca, pues una guerra no es motivo de sonrisas, sino de sufrimiento y lágrimas, dolor.
Nos encontramos ante una película buena, digna de tener en nuestra colección de películas, sobre todo si se es amante del cine bélico e histórico, una buena manera de ver la historia de unos días duros para Adolf Hitler.