Tras pegar el salto a los Estados Unidos con "Cosas que perdimos en el fuego" en 2004, Susanne Bier volvió a Dinamarca para hacer la que supondría la mejor película de habla no inglesa del 2010 en los Oscar.
La sinopsis nos cuenta la vida de una familia sueca que vive en Dinamarca y que está atravesando un mal momento. Anton (Mikael Persbrandt) es un médico que colabora en un refugio africano mientras su mujer (Tryne Dyrhom) vive con su hijo Elias, un joven que sufre de bulling en el colegio, y su otro hijo pequeño.
El sufrimiento de bulling acaba cuando llega otro chico de su edad llamado Christian, el cual acaba de perder a su madre, y todo el dolor que tiene lo revela de forma violenta, lo que hará perder a Elias los papeles en muchas situaciones.