He visto esta película casi sin pretenderlo y no me arrepiento. Porque en mi opinión, y en contra de lo que críticos como Josep Parera afirman, esta película merece la pena por varias razones:
La primera razón debo buscarla en la propia sala, pues en ella, ya sin disimulos, había mucha más gente "adulta", que público infantil. Comprensible, ya que la nostalgia del que cumplió ya los treinta hacia ciertos videojuegos es palpable, y potencialmente son un público fácil. La película basa su razón de existir justo en esto.
Otra razón interesante: lo entretenida que es. Suficiente para mí, sobretodo cuando no se acude con grandes expectativas, como era mi caso. En este sentido funciona muy bien, pues al no esperar nada en particular, te llevas una bonita sorpresa.
La película, además, está bien dirigida, y su animación es más que correcta. No es una película brillante, pero en muchos momentos sabe ser encantadora. Combina muy bien los distintos tipos de gráficos, los distintos tipos de texturas, que diferencian a los personajes según la época en la que fueron concebidos. Y la aventura que viven los personajes es divertida, y coherente dentro de sus parámetros.
Así que, con niños o sin ellos, creo que esta película merece la pena verse en un cine, aunque desde luego sin pagar un 3D que imagino es innecesario.
Pero lo mejor, sin ningún género de dudas, de esta película es Paperman, el cortometraje que la precede, una película maravillosa. Sin más.
0 opiniones personales:
Publicar un comentario