Drácula ha tenido varias películas a lo largo de su historia; la aclamada "Drácula de Bram Stoker" de Coppola y que contaba con Gary Oldman o Anthony Hopkins, la versión de Tod Browning de 1931 con Béla Lugosi en el papel del conde Vlad Tepes.
Bien es cierto que la más cercana a la obra de Stoker es la de Coppola, pero para mí no tiene el mejor Drácula que ha dado la historia del cine, y ese Drácula es Cristopher Lee, donde su mejor actuación posiblemente lo haga en la segunda parte de su papel cómo el conde en "Drácula, príncipe de las tinieblas" del director Terence Fisher y en la que, aunque la película deja algo que desear en cuánto a ambientación vámpirica, Cristopher Lee le da puntos a este film de 1966.
Cómo decía, "Drácula, príncipe de las tinieblas" es la segunda película de la saga del conde hecha por los estudios ingleses Hammer Productions, después de "Las novias de Drácula" (1960) y en la cual no aparece Cristopher Lee, y es más, ni siquiera aparece Drácula, estando en su lugar el actor David Peel en el papel del barón Meinster, aunque no gozó de mucho éxito cómo otras películas.
"Drácula, príncipe de las tinieblas" fue la última aportación del director Terence Fisher al ciclo de Hammer Productions, que aunque resultaba un completo éxito, prefirió hacer otras cosas alejado de la compañía inglesa y de su saga.
La trama se centra sobre un grupo de excursionistas dispuestos a viajar por cualquier lugar sin ningún tipo de impidimento, aunque el abad Sandor de la abadía de Kleinberg les diga que no se acerquen a un extraño lugar que está custodiado por un castillo aterrador.
A pesar de las pegas que pone el abad a los viajeros, ellos no hacen caso a las advertencias y parten hacía la ciudad donde tenían pensado ir, pero a mitad de camino, y casi al anochecer, el cochero que les lleva en su carruaje, víctima del miedo, se niega a seguir más allá y quiere dejar a los viajeros cerca del castillo a toda costa, aunque él hace creer a los viajantes que no ve ningún castillo en la trayectoria de su mirada, aunque ellos lo saben de sobra. Al final, y por la fuerza del destino, son dirigidos al castillo, donde aunque parece que sólo está un misterioso sirviente que ya les esperaba, hay alguien más, y pronto lo conocerán.
La película está rodada bastante bien, con una efectividad de decorado bastante lograda, cosa que no logra en algunas cosas relacionadas a los vampiros, pero cosas bastantes simples y sin importancia, que al fin y al cabo, no hacen perder la magia a la película.
Cabe decir también, que dichos escenarios, fueron utilizados también para "Rasputin" (1966) de Hammer Productions también y que estuvo dirigida por Don Sharp.
Aunque la salida de Cristopher Lee se hace esperar, merece la pena ver la actuación de Philip Latham cómo Klove, simplemente soberbio.
LO +:
-La puesta en escena de los actores, destacando la de Philip Latham y Cristopher Lee, que juegan un dúo muy bueno.
-El diseño de los escenarios.
-La música a cargo de James Bernard, que da un toque muy bueno a la película.
LO -:
-Demasiado fría en cuánto a la acción.
-Final muy rápido, Drácula es vencido sin apenas problemas y de una forma un tanto simple.
Etiquetas:
Cine de terror
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