Basada en la novela de John Buchan con un guión excelente de Alma Reville y Charles Bennett, Alfred Hithcock hizo en 1935, durante su etapa británica, "39 escalones", una película con una buena puesta en escena y con una buena dirección a cargo del anglosajón.
La película nos presenta a Richard Hannay (Robert Donat) en un espectáculo en el que se puede ver a un tipo llamado comunmente Memoria, que es una recopilación de hechos humanos en el que la gente del espectáculo empieza a preguntar cosas a este, y entre tanto revuelo empieza una discursión, que acaba con un disparo en vano de alguien.
La gente sale alarmada del lugar, y una chica llamada Annabella Smith (Lucie Mannheim), le pide a Richard si puede ir con él hasta que las cosas se calman, aunque por desgracia para él, las cosas acaban de empezar, pues Annabella es asesinada y Richard es acusado de asesinato, pronto el canadiense se verá envuelto en tramas de espías y tendrá que demostrar su inocencia.
"39 escalones" se presenta un año después de la película antecesora del director, de "El hombre que sabía demasiado" (1934) en el que la trama gira también en torno a documentos secretos, espionaje y temas políticos, por tanto, visto el éxito obtenido con esta, Hithcock quiso seguir con esta trama policiaca y se puso manos a la obra para adaptar la novela al cine, con uno de los dos guionistas con quien contaría en esta película, cómo es Charles Bennet, que había trabajado anteriormente con él en "El hombre que sabía demasiado" y la verdad, no les salió nada mal, a mí parecer es mejor "39 escalones" que la ya nombrada.
Poseé ritmo, la trama se desarrolla fielmente a la novela pero con el toque siempre único del director y con unas situaciones que giran en torno a lo dramático, romántico y cómico, pero estos dos últimos aspectos no se ven reconfortados, hasta la unión entre Richard y Pamela (Madeleine Carroll) en el que Donat saca su papel romántico-cómico ante una Pamela que le considera un asesino en toda regla y que tiene miedo de él, hasta que empieza a conocerle verdaderamente cómo es y acaba perdiendo ese miedo que tenía.
En esta ocasión los papeles están bastante acertados, cuidando la personalidad propia de cada uno de los personajes y en especial la de Richard, que lucha a capa y espada para demostrar su inocencia, poniendo en juego su vida en muchos casos.
Una de las cosas que se dio cuenta el director, fue que en "El hombre que sabía demasiado" la temática que gira en torno al asesino no queda demasiado clara aún acabada la película, cosa que edita aquí, haciendo todo mucho más claro y mejor cuidado que en la anterior ocasión, cómo si de una evolución se tratase entre las dos películas en este aspecto, que en ambos casos sigue siendo una película típica de espías pero con una magia indescriptible en ella, lo que la hace verdaderamente especial ante los espectadores.
Puede ser, que esa magia, sea las veces que te pone con los ojos abiertos para ver cómo se desarrolla la escena en algunos momentos de tensión de los que abundan en esta película y de las que el director estaba acostumbrado a hacer en casi todos sus films.
Cabe decir, que para mí, es una de las grandes obras de Hitchcock, y no sólo en su etapa británica, sino en toda su gran carrera.
LO +:
-Las actuaciones, no se salva ni una de estar bien.
-La tensión en que te mantiene la trama.
-De lo mejor del anglosajón, un título que no te puedes perder.
LO -:
-La música, esta vez no acompaña, al menos para mí.
-La escena en la casa en la que se aloja Richard, me parece algo aburrida, pero bien es cierto que se necesitaba para seguir el argumento del film.
Etiquetas:
Cine de intriga
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