En 1942, el director poco consagrado Michael Curtiz, quería hacer una película para saltar de una vez por todas al gran Olimpo del cine, y que a la vez que él pasará a la historia, también lo quería como es lógico, con la propia película.
Basada en el libro de Murran Burnett y Joan Alisson, "Everybody comes to Rick`s", una obra teatral que nunca fue puesta en escena ya que los propios autores lo consideraron cómo que sólo debía ser un libro y no pasar de ahí.
Curtiz, se pusó manos a la obra nada más leer dicho libro, y fue a la Warner Brothers para que Stephen Karnot leyese el libro, aunque el especialista en analisís literarios calificó la obra como una idiotez que no valía para nada, aún así, aprobó que Curtiz hiciese dicha película.
Su primer fichaje fue Hal B Wallis, que comprará los derechos de la obra por 20.000 $, un gran presupuesto por una obra que no había sido ni estrenada.
"Casablanca" nos traslada a la época de la Segunda Guerra Mundial en Casablanca, un lugar donde es fácil entrar, pero dificíl salir, debido a su gran corrupción y sus trapicheos varios.
En Casablanca, el propietario de un café, Rick Blaine (Humphrey Bogart), hará un favor a su amigo Ugarte (Peter Lorre), guardando unos visados robados a unos alemanes.
La vida de Rick se complica cuando en su café, aparecen Victor Laszlo (Paul Henreid) y su esposa Ilsa (Ingrid Bergman)
Victor es un líder checo, héroe de la resistencia ante la Alemania nazi, que tiene puesto el punto de mira en él, y que al saber que va a llegar a Casablanca, el mayor Strasser viaja en persona hacía allí, para capturarle.
El que Victor esté en Casablanca, le viene sin cuidado a Rick, que es un hombre que no se interesa por la política y que mucho menos, arriesga su vida por un cualquiera, pero Ilsa no es una cualquiera, es un viejo recuerdo que ha vuelto, cómo si el destino quisiera unirlos de nuevo. Rick tendrá que decidir entre la felicidad suya, o el salvamiento de miles de vidas que podría salvar Victor Laszlo.
El guión que se expresa en Casablanca mezcla lo dramático, las decisiones bruscas y el atípico humor de slang, que por esa época no aparecía demasiado.
El rodaje no fue fácil dado que aparte de partir desde una obra que no se estrenó en Broadway, y por los imprevistos y casualidades que se dieron en ella, ya que aparte de que el guión fue escrito prácticamente según transcurria la película, inclusive grandes frases cómo el "Siempre nos quedará París" o "Si ella la resistió, yo también, tocalá", la cual es una frase algo refutada, ya que verdaderamente es así y no "Tocalá otra vez, Sam" que proviene de una película de Woody Allen, concretamente de "Sueños de seductor".
A Curtiz personalmente no le agradaba la idea de que el guión se fuese haciendo y estaba constantemente enfadado, hasta el nivel de llegar a poner de estúpido para arriba a Lee Katz, su ayudante de producción, que también tuvo sus más y sus menos con Curtiz.
Cuando la película se estrenó, fue una película más, pero el tiempo ha hecho justicia, poniendo a la película de Curtiz en el sitio donde él quería, en el Olimpo del cine.
Los actores también están simplemente genial, y Humphrey Bogart hace uno de sus mejores papeles, haciendo del mítico Rick Blaine, claro que Ingrid Bergman no se queda corta, pues este es uno de sus papeles más recordados.
El tiempo pasará, sí, tal y cómo decía Sam en "su canción", pero Casablanca siempre se quedará cómo una película de culto.
Etiquetas:
Las mejores películas según los Oscar
0 opiniones personales:
Publicar un comentario