Gabriele Muccino, director prácticamente desconocido, dirigió en 2006 a Will Smith en una película basada en un hecho real en San Francisco, en 1981, y de una manera bastante buena.
La película, nos cuenta la historia de Chris Gardner (Will Smith) al cual le abandona su mujer Linda (Thandie Newton), teniendo que hacerse cargo de su hijo Cristopher (Jaden Christopher Syre Smith). Todo se complica aún más, cuando la vida de Chris económicamente no está muy bien, tiene deudas y esto les obliga a dormir en centros de acogida, estaciones de metro o buscarse la vida de otras formas.
Al cabo del tiempo, Chris consigue un acceso a un programa de prácticas en una correduría de bolsa, y se empeña en conseguir ese puesto cueste lo que cueste a la vez que intenta sobrevivir con las deudas económicas y cuidando a su hijo.
Con este guión que recuerda algo a "Kramer Vs Kramer" (1979) por el hecho del padre que se queda con el hijo por el abandono de la madre, pero por lo demás no tiene nada que ver.



La película está cargada de emotividad y de algún toque de realidad en el hecho de las personas que luchan día a día en la calle en busca de la felicidad absoluta, que posiblemente no exista haciendo la vida un drama constante con momentos cómicos.
La película te sumerge en ella bien, atrapándote en la historia de Chris, pero tal vez uno de sus fallos sea la excesiva fugacidad con la que va la película, que para mí tiene una duración corta para la historia que se nos ofrece y que se podría profundizar un poco más.
Bien es cierto que la película nos ofrece en gran medida la felicidad, la frustración, el sufrimiento, la realidad, la superación y por supuesto la alegría extrema por unos instantes, además de hacerte conformarte con lo que tienes, pues mucha gente está peor con su vida.
Aunque Chris se preocupe en su vida también, el principal ente en el que gira el guión de Steve Conrad es en su hijo, que lucha sobre todo por él, por su supervivencia y porque no se vaya con su madre, y su hijo confía en él, por lo tanto el apoyo de este le hace superarse poco a poco.
La película rompe con los esquemas de la típica búsqueda de felicidad y se basa mucho en el teorema del Sueño Americano dividido por capítulos que nos ofrece la voz en off de Will Smith, de Chris Gardner en la película, capítulos hechos con una técnica bastante buena e interpretados soberviamente por un Will Smith acompañado por su hijo Jaden, que hace que verdaderamente parezca que están viviendo eso y hacen creer al espectador la historia aún más.

Tal vez otro fallo de la película sea el más que esperado final que ya le quita un poco de gracia al guión y se lo quita del todo para quien sepa antes la historia de Chris Gardner y que culmina con un mensaje positivo hacía el espectador sobre el más que dado esfuerzo de superación.
Pero esto es lo que se nos ofrece en este film conmovedor, el esfuerzo de superación de una persona que se encuentra de repente en un estandarte bajísimo y que va subiendo escalones gracias a su personalidad a pesar de los hachazos que le da la vida, lo que hace de ella una película optimista aparte de conmovedora.