Nos trasladamos hoy a 1997, donde el director James Brooks hizo su mejor película sin duda alguna.
Contando con la pareja de actores de Jack Nicholson y Helen Hunt, el director nos sumerge en una historia  que gira en lo cómico y lo personal.
Melvin Udall, un escritor obsesivo y maniático, es uno de los seres más desagradables y desagradecidos que uno pueda tener como vecino y que cada día hace sus tareas diarias (ir a un restaurante a comer sobre todo). Pero, un buen día, tiene que hacerse cargo de un perro al que odia a muerte y Melvin no sabe bien lo que el perro cambiará su vida y también en cierta parte la del perro y la del propio dueño de este.





La película se desarrolla en un panorama donde el dueño del perro que vemos en la imágen (Verdell) es robado por una banda, dejándole destrozado y sin dinero ni fuerzas para seguir con su carrera de pintor.
Esto hace que, como ya he explicado antes, Melvin, el personaje de Jack Nicholson tenga que cuidar de Verdell, el perro del personaje de Greg Kinnear, llamado Simon.
Luego en otro apartado distinto, nos encontramos en el restaurante habitual del personaje de Jack, donde trabaja una camarera que actúa casi como una psicóloga para Melvin, llamada  Carol e interpretada por Helen Hunt.
La acción de la película girará en torno a la vida de las tres personas, juntándose en un momento dado los tres y forzando situaciones deseadas y no deseadas, en donde Melvin sobre todo lucha por ser mejor persona y dejar de ser el tipo arrogante que pone nervioso a todo el mundo.
Gracias a la labor de los tres personajes, dos de sus intérpretes se llevaron el Óscar a la mejor interpretación ese año, Jack Nicholson y Helen Hunt, que hacen de sus personajes que sean inolvidables y perduren en nuestra retina cinéfila.




En el apartado sonoro nos encontramos con piezas de jazz mezclado con momentos en los que las notas del genial Hans Zimmer nos llega a los oídos, y una particular versión del tema Always look on the bright side of life de la popular película de los Monty Phyton, "La vida de Brian" a piano y cantada por el propio Jack Nicholson, que hace uno de los momentos interesantes de la película, aunque es más acertado decir que es el momento más curioso de esta.
La película lleva un ritmo bueno, con unos toques de comedia "bruta" por parte de Melvin que hace reír a cualquiera de lo basto que suena lo que dice, luego hay algún gag un poco menos bruto que los demás, pero casi todos los lleva a cabo Melvin, uno de los que más gracia hacen es la presentación entre Simon y Carol, con Melvin diciendo "Carol "la camarera", este es Simon "el maricón", que por basto que suene, es gracioso al fin y al cabo.
Generalizando un poco, la película es estupenda, llevada muy bien, no se hace monótona e incluye momentos de risa asegurados. Posiblemente sea uno de los mejores papeles de Jack Nicholson en su carrera y en una de las pocas películas que le vemos un lado sensible, aunque sea enano y minúsculo, pero algo es algo.