En 1981, y de la mano del director John Landis iba a nacer una de esas películas de terror que acaban convirtiéndose en una película de culto para los cinéfilos, esto con la sorpresa que les acarrea a los que pusieron su toque a la película.
Tras hacer un año antes "The Blues Brothers", John Landis se puso manos a la obra para rodar la película, ya que el primer guión que escribió en 1969 le seguía pareciendo buena idea, aunque cambió algunas cosas de la trama y obviamente, con el dinero ganado de anteriores producciones pensó que era el momento para hacer la película gracias a la cantidad de maquillaje que iba a necesitar, que correría a cargo del genial Rick Baker, que le llevó a ganar el Oscar en esta categoría.



La historia se centra en dos amigos, que han decidido pasar tres meses callejeando Europa. Cerca de una zona casi inhóspita, David y Jack son advertidos en una taberna de que no se acerquen a los páramos y que tengan cuidado con la luna. No saben bien, el consejo tan bueno que les acababan de dar y que por desgracia para ellos, desobedecen.


Hubo una cosa que le pasó factura a Landis, y es que el tema de la licantropía por entonces estaba teniendo una saturación en las salas de impresión, por suerte, eso si era licantropía y no algunas de las memeces que hacen ahora para ciertos jóvenes idealistas de un cine imperfecto.
Aún así, a la gente sin duda fue la que más le sorprendió, y a mi por lo menos lo hizo en su día y lo sigue haciendo a día de hoy, especialmente por su maquillaje y la tenebrosidad que rodea el mundo que crea Landis de su imaginación, sobre todo en esos primeros momentos de los páramos y el pueblo donde son advertidos los dos protagonistas, al cual le rodea un aura de misterio que bien es de aplaudir.
Es cierto que el guión peca en ocasiones de ser todo el rato igual, con los protagonistas haciendo y hablando de lo mismo, cosa que rescata Baker de nuevo con su maquillaje, que por otro lado, le salió tan bien que luego lo malgastó para mi gusto gastando tanto y tanto el mismo patrón que empleó en la película. A lo mejor es cosa mía, eso ya me lo aclaráis vosotros.
En la película no todo es miedo, terror y hombres lobo, hay tiempo también para un poco de comedia e incluso algo de intriga, pero una mínima chispa de esto último.s
El problema que tiene el toque de comedia, es que es el tipo de comedia que menos me agrada, basado en la típica comedia adolescente y no la comedia basada en gags inteligentes, asique por ahí no me gana a mi Landis he de decir.


Géneros aparte, en el terreno de la interpretación la película tampoco es que se diga que sobresale y se queda en algo normal, teniendo como principales papeles a David Naughton y a Griffin Dunne, la pareja de amigos protagonista.
Poco más hay que contar de la película, la música es simplemente es de tensión, tampoco sobresale mucho, pero lo que merece la pena de esta película son los métodos de maquillaje ante todo. Por lo demás, una película sin muchos lobos.