En el año 2005, Shane Acker se lanza al público con un corto títulado "9", un extraño título pero que recibió la aceptación del público, que se quedó con ganas de más.
Ya en el año 2009, Acker volvería a acordarse de aquellos entrañables muñecos de trapo, con la consecuencia de que esta vez la palabra largometraje se adaptaba al guión para que el público no se quedase con ganas de más y bajo la producción de Tim Burton y Timur Bekmambetov, así se hizo.


"Número 9" nos cuenta la historia de 9 muñecos de trapo en un mundo donde gobiernan las máquinas y el ser humano es tan sólo un lejano recuerdo en el tiempo. La máquina, un destructor artefacto robótico tiene bajo su gobierno la ciudad, y ocho muñecos de trapo temen salir a las calles por miedo a no volver jamás.
Cuando aparece 9, las cosas cambian completamente y así se iniciará una gran aventura para salvar lo poco que queda del planeta.


El film se nos presenta con un muñeco de trapo que cuando despierta, ve que el mundo está destrozado y su inocencia en el mundo da paso a una revolución temprana contra los tiranos que amenazan destruir el mundo que le rodea y que apenas conoce.
Se ve la evolución en el protagonista principal, que pasa de ser un muñeco que ni habla a ser un liberador de la ciudad que algún día estuvo gobernada por humanos.
Estéticamente perfecta y con una ambientación de desolación que te atrapa (made in Tim Burton), "Número 9" lanza un mensaje bastante claro como es el de la lucha contra aquellos que te quieren manejar y en este caso, destruir. Bien es posible que el mensaje no fuera intencionado, pero no creo que fuese así, y me parece una idea perfecta, pues eso hace que sea una película de animación con un mensaje para adultos y con otro mensaje distinto para el público infantil, que en ese caso se fijará más en los muñecos de trapo, en el decorado, la historia y no en su mensaje. Cosa totalmente comprensible, ya que si algún ser humano infantil me dijese el mensaje que quiere dar la película, mi asombro sería sin duda alguna impresionante, pero vamos a lo que nos ocupa y no nos andemos por las ramas.
Hablando de andarse por las ramas, un acierto a mi parecer por parte de Acker es la corta duración que tiene el film, que sobrepasa la hora, pero no llega a la hora y media de film. El acierto está en que así se deja de lado la parte que podría aburrir de la película sobre el profundizar de las cosas y de los personajes, centrándose más en su desarrollo e historia principal. Aunque en cierta parte, el profundizar aunque sea durante 3 minutos en algunos personajes no estaría mal para haber resuelto más de una duda que nos invade cuando terminamos de ver la película.
El toque personal de Tim Burton se ve considerablemente. La destrucción, desolación y toque de "rareza" que añade a los personajes son sacados de su cabeza, y se nota, tiene ese toque que ha añadido en otras tantas películas.


Otra cosa que no me ha gustado nada ha sido su final, patético y pésimo como pocos y llamadme loco, pero el pesimismo podría haber estado más presente en esos minutos finales. Por decirlo así es como un "quiero emocionar al espectador" por parte de Acker, y por mi parte, no lo logra y se carga mucho mi valoración sobre ella gracias a eso, aunque quien sabe, lo mismo lo hizo para que el público infantil no lo pasase tan mal. Pero al cuerno, peores cosas se han visto que hayan visto los niños (véase la realidad).
Eso sí, chapeau por las escenas de acción, pocas veces se puede ver tanta acción en una película de animación y el film lo logra, con batallas muy buenas, como la del pájaro en el tejado, pero eso ya lo veréis si os animáis a verla.
Mi valoración sobre ella es que es una película entretenida, con un guión algo mejorable pero que entra mejor gracias a su corta duración de hora y veinte de película. Si el lector es de aquellos que les gusta la animación con acción lo pasará bien en este film.

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