Estamos en la gala de 1951 de la entrega de los premios Oscar, y las principales candidatas a la categoría de mejor película son "Un lugar en el sol" de George Stevens, "Quo Vadis" de Mervyn Leroy, "Un tranvía llamado deseo" de Elia Kazan y la gran ganadora e indiscutible para mi, "Un americano en París" de Vincente Minnelli, con Gene Kelly a la cabeza del elenco de los actores.
El guión nos cuenta como terminada la Segunda Guerra Mundial, Jerry Mulligan (Gene Kelly), un pintor americano, se queda en París y expone sus cuadros, que nadie compra, en Montparnasse. Un día tiene la suerte de conocer a una americana millonaria que decide promocionarlo. Al mismo tiempo, conoce a una dependienta y se enamora de ella.
El film producido por Arthur Freed y dirigido por Minnelli demuestra como hay que hacer bien un musical, con un guión exquisito y atractivo, un actor principal encarnando un papel con algunas dificultades gracias a lo ofrecido por Minnelli y con una música estupenda. Con lo de las dificultades me refiero al esfuerzo que tuvo que hacer de emular los pases de baile de George M. Cohan, un actor y cantante de Broadway muy reconocido en el cual, como ya he dicho, tuvo que fijarse Gene Kelly para hacer muchos de los bailes de este film.
La película posee magia, y desde un principio memorable con esa voz en off de Jerry explicando sus motivos de por qué se encuentra en París y no se encuentra en otro lado. Será que cómo él nos dice, si no triunfas como pintor en París, puedes buscarte otro trabajo u otro hobby, así de simple y de conciso.
Este film contiene un ambiente que desde las primeras notas te hace bailar, ponerte de buen humor, olvidarte de todos los problemas, te da ganas de vivir a tope y con una sonrisa de oreja a oreja, y es que, que menos ibamos a esperar con una musiquilla tan recordada.
La película obtuvo 6 estatuillas, la de Mejor película, Mejor director, Mejor fotografía en color (totalmente lógico, contiene unas escenas muy buenas y luminosas que pegan mucho con el tono del film), Mejor guión, Mejor vestuario, Mejor decoración en color y Mejor montaje. Pero el que mejor supo, fue el honorífico que se llevó Gene Kelly por su versatilidad como actor, director, coreógrafo y cantante, fue un año que Gene Kelly tachó como una maravilla y de los mejores de su vida, dado que hizo esta película que nos invade hoy a la que le tiene tanto cariño y encima le dieron el Oscar honorífico la noche que dicha película triunfó empatando con premios junto a "Un lugar en el sol".
A pesar de ser una de las películas que más recuerdan los admiradores de Gene Kelly, este todavía no había alcanzado su fama y no había explotado al máximo, pero tan sólo tardó dos años en obtener dicho estrellato colosal, cuando en 1953 se puso el mono de director/actor junto con Stanley Donen e hizo el inolvidable papel de Lockwood en la gran "Cantando bajo la lluvia", pero eso ya son otras historietas de las que se hablará en otro momento.
Este "Americano en París" es sin duda la película perfecta para ganar el Oscar en aquel año, por todo lo que contiene y porque te aparta de la realidad completamente cuando la visionas, un gran film a pesar de que pase el tiempo y uno de los mejores musicales de la historia del cine.
En 1952 nos encontraremos con "El mayor espectáculo del mundo" de Cecil B DeMille, pero eso será la semana que viene.
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