La gala de 1955 estuvo principalmente marcada por la lucha que tres películas iban a disputarse. Estos tres films eran "La rosa tatuada" de Daniel Mann, "La colina del adiós" de Henry King y por último, "Marty" de Delbert Mann que se llevó el gato al agua en dicha lucha, cosechando 4 Oscars, concretamente los de Mejor película, Mejor director, Mejor actor (Ernest Borgnine) y el de Mejor guión.
La película nos cuenta como Marty (Ernest Borgnine) es un carnicero solterón que vive con su madre y que en vista de la vida tan monotona que lleva, intenta salir con sus amigos por las noches para conocer alguna chica que le haga cambiar dicha monotonía. Cuando conoce a Clara (Betsy Blair) que casualmente resulta ser su vivo retrato, pero en femenino.
El debut de Delbert Mann se cosechó con un éxito que es propio de ver, tras a la primera ganar el Oscar y que mucha gente se animó a ver tras haber visionado el telefilm que también dirigió Delbert Mann y que agradó bastante al público.
La película gira en torno a un ambiente donde la soledad es primordial en un principio de la película, donde un Ernest Borgnine busca un alguien con quien compartir su futuro, dispuesto a encontrar una armadura protectora que ni su madre, ni su grupo de amigos le otorga. Ahí es cuando hace mella Betsy Blair, que está dispuesta a hacer de esa armadura para el desplazado, solitario y sentimentalista de Marty.
El dúo que forman Borgnine y Blair es digno de alabar, consiguiendo el hecho de que verdaderamente estemos viendo al centro de la película por manera duplicada pero una por parte del método femenino y otra por parte del método masculino, con cambios en el saber estar, pero con las ideas casi idénticas y perfectamente compatibles.
En mi particular visión, la película avanza a un ritmo notable, que no aburre y que, aunque por momentos es repetitiva, es algo que no nos importa repetirlo en forma de deja vú, porque aunque se repite, es sencillo, es bueno y fluye perfectamente a lo largo de su hora y media de duración.
El principal motivo por el que esta película se mereció el premio a triunfar en aquella noche de Marzo fue lo mucho que Mann profundiza en la mente psicológica, en los efectos sentimentales, en la emoción interna y en la sensación de poner los pelos de punta a cualquier espectador que se ponga por delante y que tenga al menos, un mínimo de comprensión por cómo se siente el personaje de Borgnine; vacío pero vivo, cosa que hace mucha falta en los tiempos que corrían y en los que ahora corren.
Indispensable película producida por Burt Lancaster que nadie se debería perder, con un guión exquisito y una puesta en escena perfecta.
Este película no la e visto pero hay una curiosidad compi en otra película sobre esta y es en Quiz Show cuando el personaje de John Turturro tuvo que fallar a cosa hecha por exigencias de la cadena de televisión xD.
Anda, pues no tenía ni idea tío xD