En 1946, tras hacer su última interpretación (hasta dicha fecha) en 1941 "Tienda de locos" bajo las órdenes de Charles Reisner, los Hermanos Marx harían una película que bajo mi punto de vista está infravalorada como es "Una noche en Casablanca" bajo las órdenes de Archie L. Mayo.

Los cinco años de parón se debieron a su fracaso con "Tienda de locos", que junto con "Amor en Conserva" (1949) es su peor película y que les llevaron a dejar el cine, para posteriormente retomarlo por las deudas de juego de Chico.

Esta fue la primera de las dos películas que hicieron en su vuelta, y la única que merece la pena ver.

La sinopsis nos sumerge en la ciudad marroquí de Casablanca, poco después de la II Guerra Mundial, donde el gerente de un popular hotel ha muerto en extrañas circunstancias y dentro de poco será sustituido por otro llamado Ronald Kornblow (Groucho). Poco entablará conversación con Fiorello (Chico) y con Tomasso (Harpo) que intentarán salvar a Ronald de ser asesinado por unos nazis que buscan un tesoro.

Nos encontramos ante una comedia muy buena y como ya he dicho antes, infravalorada sin ningún tipo de justificación lógica, pues tiene gracia, gags buenísimos y sobre todo, un Harpo como casi siempre perfecto, así como también sus dos hermanos.

El guión tiene ese toque mágico y loco que tienen las grandes obras de los Marx, sin llegar a ser una obra de la talla de "Una noche en la Ópera" (1935) pero con una textura cómica llevada en buena sintonía y con momentos buenos como el de el personaje de Groucho (Ronald) con el de Kitty Carlisle (Rosa) en las habitaciones, supongo que lo que habéis visto la película sabréis a cual me refiero.

La música de la película está bien acompañada de las escenas típicas con Harpo tocando su querida arpa y Chico su piano, aunque he de decir que la escena de Harpo se me hizo un poco pesada, todo lo contrario que la de Chico que es bastante buena y divertida.

Otra de las grandes escenas la encontramos cerca del principio de la película donde un policía le pregunta a Harpo si está sosteniendo la pared de la tienda, el bueno de Harpo le dice que sí, pero el policía le detiene y el edificio se cae cuando Harpo deja de sujetarlo.

Como he dicho anteriormente, si me tuviese que quedar con uno de los tres hermanos en este film, sería con Harpo por sus escenas gamberras y algunas veces absurdas, pero graciosas y con un final que incluye un slapstick provocado por Harpo, quien va a ser sino...

Ahora vamos con las curiosidades del film donde nos encontramos la que alertó el propio Groucho donde decía que la Warner le había dicho a la productora que no podía utilizar el nombre de Casablanca por ser propiedad intelectual de la Warner, y es que recordemos que la película iba a ser una parodia de la oscarizada "Casablanca" de Michael Curtiz, hasta el punto de utilizar nombres parodiados como Humphrey Bogus. Tras esto, Groucho contestó a la Warner diciendo que no sabía que Casablanca fuese de propiedad intelectual de la Warner y que todo el mundo podría distinguir fácilmente a Ingrid Bergman de Harpo, y razón no le faltaba. Ahora, "Una noche en Casablanca" es propiedad de la Warner.

Si alguien quiere leer la carta, pondré el enlace al final de este texto.

En cualquier caso, "Una noche en Casablanca" es una película graciosa e inteligente, sin caer en un humor repetitivo y con algún que otro toque absurdo, que bien hace falta.

Y es que eso es el humor de los Hermanos Marx, un humor absurdo, divertido y a la vez inteligente que yo por lo menos no me canso de ver de vez en cuando y que ya sólo su peor película vale más que muchas de las comedias que intentan hacer ahora.

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